El EV1 de General Motors, el primer coche eléctrico producido en masa

En una edición pasada hablamos del primer híbrido producido en masa: el Toyota Prius. En esta ocasión hablaremos del GM EV1, el primer eléctrico producido en masa y que se adelantó a su tiempo.

Un repaso por la historia de los primeros coches eléctricos

La historia de los coches eléctricos es mucho más antigua de lo que pensamos. Los automóviles eléctricos se hicieron una realidad durante el siglo XIX, empezando por la invención del motor eléctrico en 1828, diseñado por el ingeniero húngaro Ányos Jedlik. Seis años después, Thomas Davenport revolucionó la industria con un coche pequeño impulsado por un motor eléctrico. A él se le atribuye la creación del primer motor eléctrico alimentado por una batería.

Coche eléctrico de Thomas Davenport

Estos dos acontecimientos marcaron un quiebre que dio como consecuencia el desarrollo de otros experimentos y prototipos de coches eléctricos, así como tecnologías para hacer más efectivo el sistema de propulsión. En 1852, Gaston Planté inventó la batería recargable de plomo y ácido, sobre la cual Camille Alphonse Faure desarrolló una versión más eficiente.

Gaston Planté

A finales del siglo XIX, un joven y novato Ferdinand Porsche, gracias al encargo del fabricante austriaco de carruajes Jacob Lohner, dio a conocer su primer automóvil: el Egger-Lohner P1, el cual tuvo bastante éxito.

¿Qué le hizo pensar a Lohner que a sus clientes les gustaría un automóvil eléctrico? El empresario había viajado a Estados Unidos y allí se dio cuenta del gran auge que estaban teniendo los coches eléctricos. Decidió importar la idea, ya que a muchos clientes no les gustaban los coches de combustión interna debido al ruido que producían.

Egger-Lohner P1

Pero, como sabemos, el motor de gasolina ganó la batalla. El modelo que implementó Henry Ford con su Modelo T, que redujo los costos de producción de los autos de combustible, sumado al escaso desarrollo de nuevas tecnologías para las baterías eléctricas, hizo que en la década de los 20 el automóvil de gasolina ganara el concurso de popularidad entre los consumidores.

En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la electrificación del automóvil se veía únicamente en prototipos, sin una intención real de producción en masa. En la década de los 60, empresas como Henney Motor Company de Nueva York y Electric Fuel Propulsion Corp. de Michigan convirtieron Renault Dauphine y Renault 10 en coches eléctricos. Incluso se llegaron a instalar centros de carga, pero el proyecto no tuvo los frutos esperados. Las décadas de los 70 y 80 tampoco lograron revivir los automóviles eléctricos.

El primer eléctrico producido en masa

GM EV1

Retomando el tema principal, llegamos a la década de los 90 y al GM EV1. Este automóvil tuvo un antecesor: el prototipo Impact Experimental, presentado en el Salón del Automóvil de Los Ángeles de 1990. Era un vehículo de propulsión eléctrica con 32 baterías de plomo recargables, con un peso total de 1,400 kg.

Justo en ese año, Estados Unidos comenzaba a poner atención a las emisiones contaminantes. California se había convertido en el estado más contaminado de la región y, como solución, promulgó una ley que exigía que, a partir de 1998, el 2 % de los coches vendidos por las marcas fueran sin emisiones; 5 % en 2001 y 10 % en 2003.

Impact Experimental

Las presiones gubernamentales de la Ley ZEV (Zero Emissions Vehicle) obligaron a las marcas a encontrar una solución. General Motors ya tenía en marcha el Impact. El presidente general de GM había prometido una producción de 25 mil unidades; sin embargo, esto no se cumplió en su totalidad.

En total, se desarrollaron 50 prototipos del Impact, los cuales fueron destruidos. Con algunos tropiezos, el GM EV1 salió a la venta en 1996. Estaba equipado con un motor eléctrico y una batería de plomo-ácido para el modelo GEN I, mientras que el GEN II utilizaba una batería de níquel-metal hidruro. Entregaba cerca de 130 hp y tenía una autonomía de entre 130 km y 225 km.

El automóvil solo estaba disponible en California y Arizona. El sistema de comercialización fue el de arrendamiento, con precios de entre 399 y 549 dólares al mes. La intención de GM fue siempre mantener un perfil bajo con este modelo y tener más control sobre los vehículos en existencia.

El EV1 tuvo una segunda generación en 1999, también bajo el esquema de arrendamiento. Recibió muy buenas críticas y fue bien acogido por los usuarios. De esta generación se fabricaron 457 unidades.

Pero, de manera repentina, General Motors retiró el modelo de las calles. ¿Su excusa? Que los vehículos eran muy caros de mantener y que no había refacciones. Aunque algunos clientes intentaron conservarlos, enviando cheques de hasta 20 mil dólares, GM rechazó las peticiones. Todos fueron devueltos y destruidos en 2003.

Las especulaciones sobre la rápida destrucción de estos vehículos apuntan a la reducción de las presiones gubernamentales en torno a la Ley ZEV y, quizás la teoría más conspirativa, a la intervención de la industria petrolera para eliminar todo aquello que funcionara con energía alternativa.

A fin de cuentas, el EV1 se convirtió en el pionero de la producción en masa de coches eléctricos. Fue un automóvil bien recibido por el público y recordado con cierta nostalgia por ser un modelo adelantado a su época.

El impacto de este automóvil y su pronta desaparición lo convirtieron en el protagonista de un documental de 2006 titulado ¿Quién mató al coche eléctrico?, donde se detalla la historia de este modelo y los funerales que algunos dueños realizaron para despedir a su EV1.

Modelos EV1 en el deshuesadero

Como dato curioso, en 2019 apareció un GM EV1 en un estacionamiento de Atlanta, con claras señales del paso del tiempo. Uno de los pocos que lograron sobrevivir a la masacre.

RENAULT FILANTE RECORD 2025, el LABORATORIO SOBRE RUEDAS para probar nuevas tecnologías

La herencia de Renault ahora se combina con la visión futurista de la movilidad eléctrica. La marca del rombo nos presentó este nuevo concept car de propulsión eléctrica: FILANTE RECORD 2025, que rinde homenaje a su historia en los deportes del motor, a la vez que sirve como un laboratorio andante para probar nuevas tecnologías, materiales e innovaciones.

Diseño de la carrocería

Basado en el diseño de los legendarios 40 HP des Records (1925-1926), Nervasport des Records (1934) y Etoile Filante (1956), nos deleita la mirada con un monoplaza aerodinámico. El color Azul Violeta es totalmente nuevo en la paleta de Renault y nos permite un efecto óptico: parece azul o violeta, según los reflejos de la luz y el ángulo de visión.

40 HP des Records

Los detalles que nos recuerdan a los vehículos de los cuales tomaron inspiración se encuentran en los faros redondos, los neumáticos separados de la carrocería (40 HP des Records y Nervasport des Records), y en la parrilla puntiaguda, la posición del interior y la correa de ajuste del asiento (40 HP des Records).

Encontramos también guiños inspirados en la aeronáutica, como los tornillos visibles de la carrocería, con el objetivo de aligerarla y darle un aire contemporáneo. El diseño exterior no solo busca dotar al Filante de una estética excepcional y vanguardista, sino también mejorar su rendimiento. Desde los revestimientos aerodinámicos hasta el chasis ligero, todas las características han sido diseñadas para maximizar la eficiencia energética.

El interior también ofrece dinamismo

El interior del Filante Record 2025 también nos lleva a un viaje aeroespacial. El entorno es reducido, por lo que todos los sistemas y funciones, como los de seguridad, control de crucero, acelerador y frenado, están al alcance del conductor.

El interior también proporciona comodidad al conductor. El asiento se adapta a la forma del cuerpo y está fabricado en lona tensada, similar a una hamaca, para ofrecer un diseño ligero con una sujeción óptima.

Parte importante de la integración entre la comodidad y el rendimiento es el volante impreso en una estructura 3D fabricada en Scalmalloy, el cual posee el control de varias funciones. Controla la aceleración, frenado y dirección mediante tecnologías totalmente electrónicas de dirección por cable y freno por cable.

La integración de nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías involucraron una reducción de peso, cambios en el sistema de frenado y dirección, la tecnología cell-to-pack de la batería e innovación en los neumáticos.

El objetivo de Renault al desarrollar el FILANTE RECORD 2025 era maximizar la eficiencia energética y autonomía del vehículo, lo cual implicó una estrecha colaboración entre los equipos de diseño y aerodinámica, para que las líneas de la carrocería y la estructura hicieran una simbiosis con la eficiencia eléctrica.

Etoile Filante 1956

Los ingenieros se encargaron de optimizar el chasis mediante cálculos detallados y estudios sobre las posibles combinaciones de materiales como aluminio, carbono y acero. En este proceso de reducir el peso del vehículo se utilizó Scalmalloy, una aleación de aluminio de alta resistencia, especialmente diseñada para la impresión 3D, lo cual aportó ligereza y resistencia.

Los sistemas eléctricos y mecánicos convencionales se sustituyeron por tecnologías electrónicas de dirección por cable y freno por cable. Este sistema se basa en un enlace electrónico entre el volante y los motores de la cremallera de dirección. La aplicación de esta tecnología impacta positivamente en todo el vehículo, pues las señales eléctricas determinan la mejor forma de girar el vehículo.

Parte esencial del vehículo se encuentra en la batería. Suministrada por Ampere y cubierta por una carcasa de carbono, la tecnología cell-to-pack ahorra peso y espacio, ofreciendo el máximo rendimiento.

Y por último, uno de los papeles más importantes lo tienen los neumáticos, quienes influyen en la autonomía alrededor de un 20%. Entre sus características están: materiales para reducir la disipación de energía y una arquitectura para aplanar mejor la superficie de contacto.

El vehículo de demostración Renault Filante Record 2025 se presentará en el salón Rétromobile de París, del 5 al 9 de febrero de 2025.

¿Un auto de propulsión nuclear? así se imaginaba Ford el coche del futuro

En este mundo tan vasto de la industria automotriz, las marcas siempre han buscado ideas revolucionarias para asegurar su futuro y el del automóvil. Hemos visto coches eléctricos, híbridos, de gasolina, propulsados por turbinas y de vapor, pero en esta lista nos falta la que puede ser la idea más loca y peligrosa de todas: el automóvil impulsado por energía nuclear.

Ford, en la década de los 50's, se imaginó un futuro no con coches voladores, sino con coches que usaran energía nuclear en lugar de hidrocarburos. El prototipo se llamó Ford Nucleon y nació en una era en la que la energía nuclear estaba de moda entre la sociedad estadounidense.

Desde aviones hasta electrodomésticos…

La época de la fisión nuclear atrapó a toda una nación. Se creía que era el futuro de la energía y se pensaron en proyectos para construir desde aviones hasta electrodomésticos con este tipo de energía. Aunque ninguna cafetera o batidora atómica logró habitar una casa típica estadounidense, sí se lograron avances, sobre todo en barcos y submarinos, como el USS Nautilus, que tenía un reactor nuclear a bordo y fue el primer submarino nuclear de la historia.

En esta carrera entre la Unión Soviética y Estados Unidos por la energía nuclear, Ford decidió unirse al club y crear un prototipo de un automóvil que funcionara con un reactor nuclear.

La idea de Ford que nunca se concretó…

El Ford Nucleon se presentó en 1958. Su diseño, con una cola alargada y aletas que le daban un aspecto aerodinámico, y el habitáculo muy por delante del eje frontal, era bastante peculiar. El propósito de esas proporciones era alejar lo más que se pudiera a los pasajeros de la zona del mini reactor y equilibrar el peso entre todos los componentes, ya que el reactor tenía un peso considerable.

¿Cómo funcionaba?

El funcionamiento del automóvil iba a ser como el de un submarino nuclear. El pequeño reactor contendría una cápsula de uranio que serviría como núcleo radiactivo. Al momento de entrar en fisión, los vapores de agua generarían la suficiente energía para mover las dos turbinas: una para mover las llantas y la otra conectada a un generador eléctrico para usos diversos.

La autonomía del automóvil habría sido de aproximadamente unos 8,000 km. Después, la cápsula de uranio sería sustituida. Esto llevó a Ford a pensar en la construcción de centrales de servicio que sustituyeran y recargaran los centros de propulsión, reemplazando por completo a las gasolineras.

Tal vez los únicos problemas eran su costo de operatividad y sus riesgos. Siendo realistas, el peso habría sido desproporcionado, ya que la protección contra la radiación incluía hormigón y plomo. Además, los riesgos de llevar un reactor nuclear en el auto eran bastante elevados. Un fallo o accidente vial podría haber desencadenado la dispersión de material radiactivo y explosiones que habrían puesto en peligro a prácticamente todo el mundo.

Es por eso que solo se quedó en el imaginario y en una buena anécdota que contar.

No es un pájaro, no es un avión, es el Chrysler Turbine

En cuanto a experimentos y novedades tecnológicas de la industria automotriz, el siglo XX fue cuna de muchos inventos e ideas que ahora nos parecerían sacadas de una película de ciencia ficción, y por eso mismo, muchos proyectos se quedaron a la mitad del camino, como el caso del que hablaremos hoy.

La época dorada de 1950 empujaba a la sociedad y a la industria estadounidense a mirar hacia el futuro. La industria automotriz fue el caso más notable, donde se desarrollaban proyectos que principalmente estaban inspirados en la aviación. Era el reinado de las aletas gigantes y las luces en forma de turbinas. En este sentido, Chrysler apostaba no solo por el aspecto estético de los automóviles, sino por un nuevo futuro en el área de la propulsión, y el resultado de sus ideas visionarias fue el Chrysler Turbine.

¿Cuál era el ingenio detrás del Turbine?

El Chrysler Turbine iba a estar diseñado para funcionar con turbinas, sí, ¡así como las de los aviones! obviamente adaptadas a un tamaño y peso apropiados para conducir en carreteras. La idea de propulsar un auto con una turbina ya rondaba en el aire desde la década de los 30, con su programa de turbinas de gasolina durante la Segunda Guerra Mundial, pero tomó forma cuando, en 1953, George Huebner presionó a Chrysler para invertir en el proyecto.

George Huebner con el primer motor Turbine

Bajo el mando de George Huebner, el reto era que fuera funcional y fiable, ya que los componentes del automóvil debían soportar altas temperaturas, tener beneficios en cuanto al consumo de combustible, la turbina tenía que ser ligera y, no hablemos del ruido que generaría… todo esto a un precio accesible de compra.

El primer prototipo se montó sobre un Plymouth Belvedere modelo 54, que a pesar de ser un prototipo, era completamente funcional, y así, Chrysler, en 1954, anunció el “motor del futuro”. Este modelo le permitió a la marca mejorar su motor cinco años después.

Plymouth con el motor Turbine

Funcionaba con gasolina y con ¿Tequila?

Con la segunda generación del motor, los ingenieros pudieron adaptar un regenerador que usaba el principio de reutilización de los gases, lo que posibilitó controlar la temperatura y mejorar el consumo de combustible. Un Plymouth Fury con este motor viajó de Detroit a Nueva Jersey con un consumo de 31 km/gal, lo que le dio un aire de esperanza a Chrysler.

Plymouth 1959 con el motor Turbine

En 1962, después de varios años de desarrollo, Chrysler anunció oficialmente la producción de 50 automóviles. El automóvil fue diseñado por Elwood Engel, construido por la casa carrocería Ghia y Chrysler completó el ensamblaje final en Detroit. Al igual que el exterior, el habitáculo destacó por su color anaranjado metálico, y sin duda lo que más llamaba la atención era el túnel de transmisión, que mantenía la esencia de una cabina de avión. El motor era toda una proeza de la ingeniería, contaba con una turbina de gas regenerativa, carcasa de hierro con compresor de aluminio, impulsor de acero y turbinas de aleación de aluminio que entregaban una potencia de 130 HP.

El automóvil fue presentado en el Salón del Automóvil de Nueva York de 1963 y le fue prestado a 203 automovilistas para que recabaran sus experiencias de manejo. Muchas anécdotas surgieron de esta dinámica que implementó Chrysler y comenzó a acaparar los medios, sobre todo cuando se corrió el rumor de que funcionaba con cualquier cosa que pudiera fluir a través de una tubería y arder con aire, desde gasolina hasta perfume.

Cuando los autos fueron devueltos en 1966, los autos sumaron 1 millon de millas

Pero de entre todas estas historias una fue la que realmente impulso la publicidad del Chrysler Turbine. La historia cuenta que el primer coche de los 50 que se fabricaron, salió de gira a lo largo de todo el mundo y, según los relatos de George Huebner, cuando el auto llegó a México, él recibió una llamada que le dijo que el presidente de México, Adolfo López Mateos, quería hacer funcionar la turbina con tequila. Él pensó que podría funcionar y autorizó el experimento.

Él cuenta: “Fui al departamento de compras a la mañana siguiente y compré dos galones de tequila. Vaciamos el tanque del coche de ingeniería y vertimos los dos galones. El coche corrió por todo Highland Park sin problemas… más tarde se enojó mucho cuando los periodistas no mencionaron que él conducía. La turbina y el tequila se robaron el espectáculo.”

Al deshuesadero…

La idea de Chrysler se fue disolviendo por dos razones: lo costoso que era su producción y las leyes de emisiones impuestas por la Agencia de Protección Ambiental. Al final, la fabricación del Turbine era complicada y costosa, construir la carrocería en Italia y ensamblar el motor en Detroit traía gastos operativos enormes, y pensar en una planta armadora requería de una gran inversión. Además, no podían asegurar que el automóvil cumpliera con la recién aprobada Ley de Aire Limpio sobre el control de las emisiones de NOX.

La única forma de salvar algunos fue donarlos a museos, y según George Stecher, miembro del equipo original del desarrollo del Turbine, quedan 9 en el mundo, y Chrysler aún tiene 3. El resto de ellos fue destruido.

TURBO ¡La palabra mágica!

Hay una palabra mágica que todos los apasionados de los autos -y sobre todo los que amamos las modificaciones- veneramos, esa palabra es turbo. Fue inventado por el ingeniero suizo Alfred Büchi, allá por el 1905 y desde entonces ha potenciado muchísimos motores en todas las marcas o fabricantes.

El principio de funcionamiento es muy simple, aunque los últimos modelos se han desarrollado de tal manera que ya no lo son tanto. Recordemos que el motor de combustión interna necesita aire fresco entrando a la cámara en el primer tiempo o admisión, y expulsa los gases resultantes en el cuarto tiempo o escape; pues bien, el turbo no es más que un dispositivo que se conecta a ambos. El aire fresco pasa por un compresor (entrada) y los de escape salen por una turbina (salida) que están unidas entre sí por un mismo eje y se “ayudan” una a la otra. Por supuesto, entre más rápido salgan los gases de escape, más revoluciones dará este eje y eso provoca que el compresor pueda meter más aire fresco a la cámara, aumentando la potencia y así en un ciclo sin fin. Claro que llega un momento en que el turbo está cargado con mucho más aire que el que la cámara puede admitir, en cuyo caso se abre una válvula de escape o bypass para dejar salir la misma y que no explote por sobrepresión.

Partiendo de este principio, puede parecer sencillo colocar un turbo en nuestro motor, sólo parece cosa de encontrar un hueco donde fijarlo, pero no es así. Los motores con turbo tienen un diseño y un cálculo preciso, todo está interrelacionado. La unidad de control del motor (ECU por sus siglas en ingles) es la encargada de medir todos los parámetros en todo momento: la carga o boost (la presión que genera el turbo) el volumen de aire, el tiempo de apertura de las válvulas, entre otras muchas variables.

Romanticismo: El BMW 2002 Turbo ostentaba la palabra TURBO muy visible y "al revés" para que el conductor del auto alcanzado pudiera ver la palabra de forma correcta en el espejo retrovisor para que se diera cuenta de que iba a ser rebasado por un auto "turbocargado"

En un principio, los turbos se fabricaban para dos momentos -o sea- uno para un rango bajo de revoluciones del motor y que era montado en equipos que necesitaban mucha potencia, como los equipos de construcción o de carga pesada; pero que se convertían en una carga a altas rpm, mientras que otros se fabricaban para “entrar” a altas revoluciones del motor y por tanto mejorar la potencia en esos regímenes, que eran usados en autos de alto desempeño; esto se lograba con determinadas aperturas en los álabes del compresor (algo parecido a las paletas de un ventilador). De aquellos tiempos, nos queda el recuerdo del “turbo lag” que no es otra cosa que el retraso que provocaba el hecho de que el turbo tuviera que esperar a que la velocidad de los gases de escape generase rpm suficientes para que el compresor pudiera inyectar mucho más aire en la cámara (literalmente era como recibir una patada en la espalda). Así que los diseñadores se encontraron en una encrucijada para los autos “de calle” pues ni uno ni el otro cumplían con las condiciones que necesitaban estos, en ese momento surgió el actual “turbo de geometría variable” el cual puede abrir o cerrar sus álabes en función de la carga solicitada.

Turbo de geometría variable (Porsche)

Estos turbos -como es lógico- son mucho más complejos mecánicamente y su control electrónico también, pero eso lo compensan con un mejor desempeño en un rango mucho más amplio de rpm y por tanto se pueden usar para muchos más tipos de motor y de condiciones de carga en los mismos.

Así pues -el uso de un turbo- les permite a los fabricantes montar motores más pequeños (y por tanto más livianos y económicos) sin sacrificar la potencia necesaria para mover el auto. Existe una variable en cada auto, que deberíamos tomar más en cuenta a la hora de decidirnos por cual comprar, para el trabajo que necesitamos desempeñar con él (pesado o de carga, velocidad y desempeño o simplemente ir de un punto A hasta un B) y es la relación peso/potencia, la cual nos dice cuantos kg de peso en el auto tiene que mover cada HP generado por el motor, pero eso ya es otra historia. El turbo es por todas estas razones, el dispositivo favorito de los “tuneros” para aumentar la potencia de un motor -que evidentemente- no lo tiene montado de fábrica, pero para montarlo se necesita de un experto que no solo lo logre colocar y conectar, sino que pueda modificar el programa de la ECU para que se adapte al nuevo régimen al que estará sometido el motor. Siempre recordando que entre más simple -mecánicamente hablando- sea un motor, mayor durabilidad tendrá.

Estos datos sobre las llantas en la temporada 2024 de la F1 te sorprenderán.

Pirelli, ya tiene una historia de 24 años con la F1, y gracias a esto, la marca ha invertido en tecnología para ofrecer cada año a las escuderías, llantas, gomas o neumáticos -según donde nos leas- capaces de resistir las altas velocidades y distintas temperaturas en pista.

Este año, el lema con el que Pirelli culmina otra temporada de la F1 es “De la Tierra a la Luna” esto porque las llantas de la marca han recorrido 334.942,175 kilómetros en los distintos circuitos de la temporada, un 94% de la distancia que nos separa de la Luna en su punto más cercano a la Tierra.

¿Cuál fue la llanta más usada?

El premio es para…las C3, prácticamente cargaron sobre su espalda toda la temporada, fue elegida para todas las pruebas, aunque que bajó un poco respecto el año pasado, fue utilizado un 32.06%. El segundo puesto es para las C4, utilizado un 23,47% de las veces y el tercer lugar es para las C5 con un porcentaje de uso del 16.84%.


¿Quién duró más tiempo con un solo juego de llantas está temporada?

Pierre Gasly, del equipo Alpine, recorrió 300,150 km en C3 en Bakú, lo que se traduce en ¡50 vueltas! Le sigue Charles Leclerc con 265, 525 km, es decir 43 vueltas en C2 en el circuito de Yeddah; y por último el británico George Russell, con un total de 256,949 km, 77 vueltas en Mónaco con C4.

Pirelli, durante toda la temporada dotó de 8,016 juegos de cuatro llantas a los equipos, de los cuales 2,718 no fueron utilizados. Pero si te preocupa esta cantidad, realmente fueron mucho menos que la temporada pasada, aproximadamente 3,500 neumáticos menos.

Y, por último, el GP en donde hubo más cambios fue en el GP de Japón, con 46 paradas en pits.

Esperemos se rompan algunos records la siguiente temporada...

El Mustang GDT logró convertirse en el primer auto estadounidense en lograr la vuelta más rápida en Nurburning

El Infierno Verde siempre ha sido uno de los circuitos donde todas las marcas buscan romper récords de velocidad.
Cada cierto tiempo, esos récords se superan, convirtiéndose en un desafío mayor. En esta ocasión, Ford logró establecer un nuevo récord con su Mustang GTD, convirtiéndolo en el automóvil americano más rápido en recorrer el Nürburgring.

¡Ni más ni menos que en 6:57.685!

El recorrido que realizó el GTD abarcó 20.8 kilómetros y 73 curvas, resultado del arduo trabajo de un equipo de ingenieros y diseñadores que trabajaron durante dos años para lograr este récord en tan prestigioso circuito en Alemania.

El éxito del Mustang GTD es fruto de años de prueba y error en los programas de Ford Performance Motorsports y Multimatic Motorsports Mustang GT3. Esto se traduce en tecnología de punta, como frenos de carbono-cerámico, aerodinámica activa, un sobrealimentador, suspensión semi-activa y un chasis de fibra de carbono inspirado en las carreras GT3.

Jim Farley, presidente y CEO de Ford, declaró:
"Estamos orgullosos de ser el primer fabricante de automóviles estadounidense con un auto que puede dar una vuelta al Nürburgring en menos de siete minutos, pero no estamos satisfechos. Sabemos que hay mucho más tiempo por mejorar con el Mustang GTD, y volveremos."

Jim Faley


Si tienes curiosidad, Ford grabó The Road to The Ring, un documental de 13 minutos que muestra todo el detrás de cámaras del desarrollo del Ford Mustang GTD. Está disponible en Ford.com, el canal de YouTube de Ford y en Facebook, donde podrás ver imágenes exclusivas y escuchar los comentarios de miembros clave del equipo de desarrollo, como Jim Farley y Larry Holt, director técnico de Multimatic.


Check Engine ¿Qué tanto sabes?

Tal vez te haya sucedido que vas apurado a tu al auto para salir y al girar la llave, se queda prendido un famoso testigo en el cuadro de instrumentos; conocido por su nombre en inglés “Check Engine”.

Para los que no lo conocen, es una señal que los puede asustar, pero los que lo conocemos, sin querer nos llevamos las manos a la cabeza y se nos escapa un “que habrá pasado ahora”.

Pues les tengo buenas noticias; la primera es que toda luz de color amarillo o ámbar en el cuadro de instrumentos es meramente informativo. ¡Ojo! Mucho cuidado si la señal es de color rojo, en cuyo caso si significa un peligro inminente (incluso cuando no liberamos completamente el freno de mano) y que por tanto debe revisarse antes de salir. La segunda noticia es que tras ese testigo se pueden esconder múltiples fallas, algunas más complejas de solucionar que las otras; pero hoy les quiero hablar de una muy común y que se puede solucionar de manera relativamente sencilla.

En la actualidad, se comercializan por todos lados los dispositivos portátiles que permiten escanear los códigos de fallas del auto, solamente conectándolos al puerto OBDII del mismo. Con ellos, podremos saber en menos de un minuto la falla, si es permanente o transitoria e incluso la podemos borrar en este último caso, algunas otras necesitan necesariamente llevar el auto a un técnico y sustituir algún componente que está fallando.

Una de estas averías muy comunes, es la lectura del sensor de oxígeno (también conocido como sonda Lamda), los autos vienen equipados con tres sensores de oxígeno principales, uno en la admisión o cuerpo de aceleración, otro a la salida del múltiple de escape y uno detrás del  convertidor catalítico.

La ECU (Unidad de Control del Motor, por sus siglas en inglés) utiliza la información de -sobre todo- los dos primeros, para calcular la cantidad de combustible que se debe inyectar en la cámara de combustión, en función de la carga o potencia que estemos exigiendo al mismo (léase: posición del pedal acelerador)

Pues bien, la ECU utiliza los criterios de la primera derivada (si, aquella que nos atormentó en la preparatoria y que siempre pensamos que no usaríamos nunca más en la vida), del ángulo de apertura de la válvula mariposa de la admisión para calcular la cantidad de masa de aire que entra al sistema; con ese valor -y la lectura de la posición del acelerador- hace un cálculo preliminar de la cantidad de combustible que deben alimentar a los cilindros en el primer tiempo del motor, llamado también “admisión”; cosa que logra poniendo el voltaje preciso en cada inyector con una unidad de tiempo determinada. Una vez terminado el cuarto tiempo “Escape” en los cilindros, la ECU lee los valores del segundo sensor (el que está en el múltiple de escape o header) que le dice a la misma la cantidad de oxígeno que está pasando por allí.

Debo hacer un alto y recordarles (también de la preparatoria) que la combustión de hidrocarburos (todos los combustibles lo son) es una reacción química exotérmica -o sea- que genera calor, pero que es incompleta, esto significa que de ella se generan óxidos de carbono (monóxido y dióxido) gases tóxicos, por cierto; agua y residuos de carbón, conocidos vulgarmente como “carbonilla” entre otras sustancias o impurezas que estuvieran en el combustible.

Volviendo al tema, la computadora (ECU) sabe entonces que si hay mucho oxigeno saliendo de la cámara, eso significa que había poco combustible, por lo cual aumenta el tiempo de apertura de los inyectores; por el contrario, si hay poco oxígeno en la salida, significa que había mucho combustible y por tanto debe reducir el tiempo de inyección. Este ciclo se repite una y otra vez, ajustando la riqueza de la mezcla de manera sinusoidal, o sea, que si hacemos una gráfica del proceso, el resultado sería una curva que va subiendo y bajando constantemente, tratando de ser cada vez más recta. Cuando ese valor llega a su nivel más preciso, se dice que a los cilindros está entrando una mezcla “estequiométrica” o ideal formada por 14.7 partes de aire y una de combustible. En ese punto, el motor estaría utilizando la cantidad de combustible exacta para la carga que necesita, por tanto, sería lo más eficiente y eficaz posible; lo cual sería magnifico si estas condiciones de carga se mantuvieran constantes, pero pisar un poquito más o menos el acelerador, equivaldría a modificar todo el proceso una y otra vez.

¿Y el Check Engine? Pues en la falla de que les quiero hablar hoy, el testigo nos está avisando que esa mezcla no está bien y puede ser por varias razones. La primera de ellas es la calidad del combustible. El octanaje, en el caso de la gasolina, nos da un índice de la resistencia de esta a la detonación -entre más alto sea este valor- más resistente será la misma a detonar antes de tiempo y por tanto será mejor, porque cumplirá con el cálculo y la programación que hizo el ingeniero que diseñó el motor; por esa razón algunos autos solo admiten una calidad de gasolina superior, mientras que otros, admiten literalmente cualquier cosa en el tanque.

También puede suceder, que haya una entrada de aire “falso” al sistema, producido por un empaque defectuoso o una unión incorrectamente ajustada en los conductos de admisión, entre otros problemas físicos; estos provocarían que la lectura de salida no se corresponda con la de entrada y por tanto la ECU -literalmente- no sabe qué hacer y nos avisa que tomemos cartas en el asunto.

Otra de las razones, muy común por cierto, es que la ECU no logra equilibrar el ciclo de riqueza-empobrecimiento de la mezcla con los valores descritos, en cuyo caso utiliza la lectura del tercer sensor, aquel que está ubicado después del convertidor catalítico (o catalizador) y con este resultado, intenta nuevamente reiniciar el cálculo del ciclo. Esa lectura le dice también a la ECU como está la “salud” del convertidor catalítico, pues comparando los valores del segundo y tercer sensor, se podrá saber que cantidad se está quedando en este dispositivo. Igualmente, si le lectura del volumen del último sensor es baja, eso significa que ese elemento está ya muy tupido o tapado, o sea, que su vida útil esta llegado a su final y hay que sustituirlo.

En los dos casos que les he descrito, el motor seguirá funcionando, aunque no será eficiente y lo notarán en que estará gastando más combustible de lo habitual, por lo cual les recomiendo llevar el mismo a un técnico que revise y pueda corregir el problema. En otros casos más simples, el testigo encendido les estará avisando que -por ejemplo- alguna impureza provocó valores anormales en las lecturas de los sensores; esto lo sabremos porque la ECU nos permitirá borrar el código de falla (es uno temporal, mientras que el fallo de admisión o del catalítico son permanentes y por tanto, no se borrarán hasta que se solucione la causa)

Finalmente les quiero comentar que la ECU genera un “mapa o tabla de valores”, que guarda en su memoria y que le sirve como guía diaria de funcionamiento. Esta tabla se puede ver modificada si de pronto cambian drásticamente los valores reales, cuando ponemos un combustible de composición muy diferente en el auto o cuando cambia la cantidad de oxígeno en el aire que entra a nuestro motor, en cuyo caso la computadora desechará los valores “aprendidos” y los sustituirá por los nuevos.

¿Les parece difícil? ¡No lo es, el funcionamiento es complejo!

Agradecemos esta larga nota a nuestro nuevo colaborador internacional: Alín Hidalgo Fonseca, que nos escribe desde Tampa, Florida EUA y es un experto en los temas que nos apasionan

Un Lincoln Continental se convierte en un Batimóvil de los años 60.

Un Lincoln de 1978 fue el vehículo elegido para convertirse en el Batimóvil.

El diseño original del auto de batalla de Batman de la serie de 1960 fue creado por George Barris, quien se basó en un Lincoln Futura de 1955.El proyecto, encargado por el vendedor, se llevó a cabo entre 2013 y 2018 con las siguientes características.

Exterior

El automóvil tiene una carrocería de fibra de vidrio repintada en negro con gráficos de murciélagos rojos. Cuenta con un parabrisas estilo burbuja y características que lo hacen bastante llamativo, como marcos de faros con capucha, aletas traseras estilo alas de murciélago, una baliza de emergencia y una sirena. Además, posee una ventilación trasera estilo turbina, chimeneas verticales pulidas y un capó y una tapa del maletero eléctricos.Otros detalles incluyen bolsas de paracaídas traseras y chimeneas verticales pulidas en la plataforma trasera.

Interior

El interior de este Batimóvil está personalizado con un estéreo con DVD y pantalla táctil montado en el tablero. Los accesorios de réplica incluyen un batiteléfono, un activador antirrobo, una palanca de control de rayos de murciélago y un botón de disparo de batbeam.Los asientos están tapizados en cuero negro, acompañados de molduras brillantes, alfombras negras y cinturones de regazo. El volante, en forma de arco, está montado sobre un eje negro con detalles cromados e instrumentación falsa.

Desempeño

Bajo el capó, podemos encontrar un motor V8 de 400 ci, equipado con un carburador de cuatro cuerpos Edelbrock, un filtro de aire de elemento abierto, tapas de válvulas cromadas Edelbrock y ventiladores de refrigeración eléctricos dobles. Su transmisión es automática de tres velocidades.El odómetro digital indica 18,000 kilómetros; se cree que es el número acumulado hasta que se culminó el proyecto, pero no se conoce la cifra real del kilometraje.

Subasta

Este Batimóvil se subastó a través de la página Bring A Trailer y se vendió por 271,987 dólares.

Información y fotografías tomadas de Bring A Trailer:

https://bringatrailer.com/listing/1978-lincoln-continental-batmobile/

Alpine baja de categoría en la F1, deja de ser constructor y se vuelve equipo "Cliente"

El mes pasado, Alpine confirmó que cerrará su programa de motores de fábrica al final de la próxima temporada como parte de su proyecto de transformación 'Hypertech'.

El equipo Alpine propiedad de Renault dijo en un breve comunicado: “El acuerdo plurianual permitirá a Mercedes-Benz suministrar a Alpine unidades de potencia (Motores y caja de cambios) durante la era de la nueva normativa, desde 2026 hasta al menos 2030.

Photo by Zak Mauger / LAT Images

Alpine ha cerrado un acuerdo con Mercedes para utilizar la unidad de potencia del fabricante alemán desde 2026 hasta al menos finales de 2030.

El acuerdo también implica hacerse cargo del suministro de su caja de cambios a partir de principios de 2026, aunque algunas fuentes dicen que Alpine planea producir su propia caja de cambios internamente en Enstone, GB a partir de 2027.

Alpine seguirá fabricando sus propios motores durante la temporada 2025, antes de cambiar en 2026, cuando se introducirán nuevas normas sobre motores, que se centrarán más en la batería y el uso de combustibles 100% sostenibles.

El equipo francés dijo en un breve comunicado: "El acuerdo plurianual permitirá a Mercedes-Benz suministrar motores a Alpine durante la era de la nueva normativa, desde 2026 hasta al menos 2030.

Hagamos un análisis ¿Por qué Alpine eligió a Mercedes AMG?

El director general del Grupo Renault, Luca de Meo, impulsó el año pasado una reestructuración con el objetivo de hacer más competitivo su equipo Alpine F1. Ese proceso ha provocado la marcha de casi todo el personal directivo del equipo.

Flavio Briattore y Luca de Meo

En su lugar hay un equipo de liderazgo con un nuevo aspecto que incluye al regreso de Flavio Briatore como asesor ejecutivo, al cofundador de Hitech Oli Oakes como director del equipo y a David Sánchez (anteriormente de Ferrari y McLaren) como director técnico ejecutivo. De Meo también ordenó una revisión de las operaciones de F1, que incluyó una evaluación exhaustiva de su división de motores con sede en Viry, Francia, y finalmente decidió cerrar la fábrica de motores de Fórmula 1 con el siguiente argumento: Fabricar un motor de F1 con las nuevas regulaciones le cuesta a Renault 100 millones de Euros, y usar un motor de un proveedor -en este caso Mercedes-AMG- la inversión es tan solo de 30 millones de Euros.

Alpine F1 A524

El motor de Alpine lleva varios años siendo el menos competitivo de la parrilla. En algunos circuitos, su déficit les ha costado varias décimas de segundo, lo que supone un abismo en la F1 actual, donde la parrilla está muy apretada.

Con información de F1.com