El auto conceptual fue bautizado como Mako Shark (Tiburón Mako) y eso fue a raíz de que al manda más del área de diseño de General Motors -Bill Mitchell- le gustaban los tiburones, al grado que tenía uno disecado expuesto en su oficina ¡Así eran las extravagancias de los años 60!
Bueno... resulta que Mitchell ordena al equipo de diseño encabezado por Larry Shinoda que pinten el vehículo con el mismo patrón de color de la piel del tiburón que tenía colgado, el degradado entre azul intenso, gris y blanco de la piel del “Isurus oxyrinchus” (nombre cientifico del pez) fue virtualmente imposible de igualar causando mucho enojo y disgusto del mero mero de diseño de GM.
Cuentan las leyendas que al agobiado equipo de diseño se le ocurrió la descabellada idea de entrar una noche a la ofna de Mitchell, tomar el tiburon disecado y repintar la piel del pez con el degradado de colores que si lograban.
Al día siguiente y todo en aparente normalidad el equipo de diseñadores muestra a Bill Mitchell el Corvette Mako Shark y este acepta la tonalidad del vehículo, argumentando que el parecido con el tiburon de su oficina era simplemente perfecto e impecable.
El Corvette Mako Shark se conserva en la colección de General Motors, el paradero del pez disecado se desconoce...
¿Cual es la enseñanza de esta anécdota?
Ante la ADVERSIDAD siempre actuar con CREATIVIDAD.