Si hay un coche con un gran legado historico es el Porsche 917.
Sin la menor duda uno de los autos de carreras más eficientes que se han fabricado en el mundo de la competición.
Su estructura es completamente tubular y los paneles de la carrocería son de fibra de vidrio y aluminio en algunas partes.
El chasis tubular de aluminio pesa 42 kilos y cómo dato interesante, ese chasis tenía una válvula por donde se inyectaba nitrógeno a presión, en el chasis se montó un manómetro a la vista de los mecánicos que podían constatar la uniformidad de la presión, y si esta caía repentinamente era un claro indicador de alguna falla estructural y el coche era peligroso.
¡Vaya genios!
El diseño estructural del 917 corrió a cargo de Helmuth Bott y portaba un motor Bóxer de 12 cilindros creado por Hanz Mezger.
Todo el equipo de diseño y construcción del 917 fue comandado por Ferdinand Piëch (1937-2019) nieto de Ferdinand Porsche (1875-1951)
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