

Antes de que el famoso R8 de Audi se convirtiera en el gran superdeportivo que fue, la marca de los cuatro aros se arriesgó con un modelo de características similares en la década de los 90. El concepto se llamó Audi Avus Quattro.


El Avus Quattro, nombrado así en honor al autódromo del sur de Berlín, se presentó por primera vez en el Salón de Tokio de 1991. Su presentación no fue indiferente para nadie. A primera vista, el diseño de la carrocería hacía que todos voltearan a verlo: era alargado, ancho y bastante bajo; además, el cofre se unía con el techo de cristal, y la zona de las llantas delanteras era más voluminosa que la de la parte trasera. Si bien la silueta en sí misma era muy llamativa, lo que más resaltaba era la carrocería de aluminio perfectamente pulido, inspirada en las Flechas de Plata de Auto Union de la década de los 30.


Su estética iba muy ad hoc con el desempeño. Aunque en su presentación no era funcional, se pensaba equipar con un motor W12 de 6.0 litros, con una potencia de 509 hp, capaz de alcanzar más de 300 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos.
Otras curiosidades que traía consigo este concepto fueron el techo de cristal, la dirección integral y las puertas con apertura diédrica.


El proyecto nunca se terminó de desarrollar, pero sirvió de inspiración para otros modelos, como el A8 de carrocería “Space Frame”.
Actualmente, el concepto que se presentó en Tokio se encuentra en el Museo de Audi en Ingolstadt, Alemania.