¿Sabías que una de las figuras más importantes de Porsche durante el siglo XX fue una mujer? Su nombre era Louise Piëch, la primogénita de Ferdinand Porsche.
Louise Hedwige Anna Willhelmine Marie Porsche nació en Viena en 1904, durante el tiempo que su padre, Ferdinand Porsche, fue director de Austro-Daimler. Desde muy pequeña, los automóviles llamaron su atención, algo que no era extraño debido a su círculo familiar. Se cuenta que prefería jugar con coches en lugar de muñecas y, más tarde, junto con su hermano menor, acompañaba a su papá a probar los coches que diseñaba. En ese entonces, nadie se imaginó que se convertiría en una de las personas más influyentes de la compañía.
A los 14 años, ya contaba con su licencia de conducir y mostró interés por la competición. Compitió en varias carreras y, en 1926, participó en un rally que organizó su papá, corrió junto con Rudolf Caracciola y Adolph Rosenberger, pilotos oficiales de la marca. Ganó el primer lugar, pero no le fue otorgada la presea porque Porsche tenía miedo de que lo acusaran de favoritismo, así que Ferdinand le entregó el trofeo al segundo lugar.
Su otra pasión era el arte. Estudió historia del arte y pintura con Josef Engelhart, uno de los fundadores del movimiento 'Secesión de Viena'. Sin embargo, ella también soñaba con tener una familia y dedicarse a ella, así que empezó a salir con Anton Piëch, un recién titulado de la licenciatura de abogado con quien se casó en 1928.
Hasta este momento, podríamos decir que era la vida típica de una chica de una familia influyente. Sin embargo, su historia se torna interesante en medio del conflicto de la Segunda Guerra Mundial. Resulta que ella no confiaba en el triunfo de la Alemania nazi, por lo que en 1942 trasladó algunos de los bienes, como planos, máquinas y objetos de valor del estudio de ingeniería de su padre en Austria. Al año siguiente, debido a la nacionalidad austriaca de Piëch, le fueron transferidos a ella y a su marido los activos de Porsche KG en Stuttgart. Al terminar la guerra, sus hermanos crearon la empresa austriaca Porsche Konstruktionen GmbH el 1 de abril de 1947, la visión de negocios de Louise salvó de la nacionalización a Porsche.
A partir de 1948 ella se convertiría en una mujer de negocios, consiguiendo un contrato con VW en donde se estipulaba que se pagaría una cuota por cada Escarabajo fabricado y, además, permitía a Porsche utilizar la organización de ventas y marketing de VW así como su red de posventa, por ese mismo año lanzan el Porsche 356, que no tuvo buenos resultados de venta en un inicio. Al año siguiente fundó Porsche Salzburg GmbH, que se encargaría de la distribución y atención al cliente de VW en Austria, recibieron 14 escarabajos de los cuales se vendieron la mitad y los otros siete se quedaron como vehículos de demostración.
En 1951 tuvo que afrontar la muerte de su papá y en 1952 la muerte de su esposo, como consecuencia ella tuvo que ser la cabeza principal de Porsche en Austria. Aunque pocos confiaban en ella, su gran liderazgo hizo que en 1956 Volkswagen se convirtiera en la marca más vendida en Austria, cuatro años después se matriculó el VW número cien mil.
En 1971 decide retirarse, pero es nombrada Presidenta Honoraria del Consejo de Supervisión. Con su jubilación dejo detras su contribución en la organización empresarial, que más tarde serviria para crear Porsche Holding, una concesionaria que actualmente tiene presencia en 18 paises de Europa y además, también aportó a la victoria de un Porsche 917K en las 24 Horas de Le Mans, que en conjunto con su hijo Ferdinand Piëch, director del departamento de ingenieria de Porsche, lograron que corriera en 1970 piloteado por Richard Attwood y Hans Herrman.
Apasionada por los autos y el automovilismo, hasta el final de sus días en 1999, siempre tuvo a su disposición los últimos modelos de Porsche. El último auto que manejó fue el Porsche 911 Carrera 4, de 1989.
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