En 1930, Bentley ya se había convertido en una marca de automóviles de lujo que tenía su propio club de fans llamados “Bentley Boys”, un grupo de aristocratas quienes eran fanáticos de la velocidad y que se caracterizaban por ostentar varias victorias con sus Bentleys, lo que le valió a la marca británica el estatus de coches de rendimiento y lujo.
Bueno, en ese club estaba el millonario Woolf “Babe” Bernato, personaje clave para Bentley, ya que se convirtió en el inversionista de la marca. En la crisis de 1929 fue vendida a Rolls-Royce; Bernato, al amasar acciones de Rolls, pudo convertirse en director de Bentley.
Woolf “Babe” Bernato
En una ocasión, durante una plática de amigos en Cannes, lanzó una apuesta: su coche podría estar en su club de Londres antes de que el Blue Train llegara a Calais. Bernato y otros entusiastas de la velocidad anteriormente ya le habían ganado al Blue Train, pero ahora la apuesta era mucho mayor, porque el viaje incluía un viaje en ferry a través del Canal de la Mancha.
Fue el 13 de marzo de 1930 cuando dio inicio la legendaria carrera contra el Blue Train. Eran las 17:45 cuando Bernato y Dale Bourn salieron del Hotel Carlton, asegurándose de que hubiera gasolineras abiertas en su trayecto. Conduciendo durante la noche, llegaron a Boulogne a las 10:30 del viernes, tomando el barco de las 11:35 a Folkestone. A las 15:30, Bernato y su copiloto tomaban tranquilamente un café en su club de Londres. ¿Lo había logrado? Sí, exactamente 4 minutos antes de que llegara el Blue Train a su destino y con una velocidad constante de aproximadamente 70 km/h.
El asunto no pasó desapercibido, pero Bernato trató de no hacer un espectáculo y solo dijo que lo había hecho para demostrar que la carrera del Tren Azul era una fanfarronería. Sin embargo, tuvo sus consecuencias: los franceses no tomaron muy a bien que estuviera corriendo en la vía pública, se hizo acreedor a una multa, y, además, prohibieron a Bentley presentarse en el Salón del Automóvil de París de ese año, a pesar de que no había sido un evento oficial de la marca.
Bentley Gurney Nutting
El modelo en cuestión fue un Bentley Speed Six, que, aunque se suele creer que fue uno con carrocería cupé de tres plazas de Gurney Nutting, Clare Hay, experta en Bentley, le parece improbable, ya que en esa fecha aún no se había fabricado. No había pasado la prueba final y fue hasta 10 semanas después de la carrera contra el Blue Train que se otorgó la garantía de 5 años; además, el 2 de junio había recorrido apenas 632 kilómetros, por lo tanto, para Clare, las fechas no cuadran.
Las pruebas podrían apuntar a que el auto utilizado por Bernato fue un Speed Six un poco más “modesto”, un sedán con toldo de lona Weymann que le habían entregado en 1929. Al día siguiente del evento con el Blue Train, el auto fue llevado al taller de Bentley en Kingsbury, al norte de Londres, para que le instalaran un nuevo Bendix de arranque, y su kilometraje en ese momento era de 13,519 km.
El verdadero Bentley que corrio contra el Blue Train
No se sabe a ciencia cierta el porqué se creó el mito alrededor del cupé de tres plazas de Gurney Nutting, pero es de suponer que fue debido a la majestuosidad del Nutting y que iba más acorde con la leyenda del Blue Train.